Los cáliz, cualquiera sea la cultura, han sido vinculados a los rituales y la espiritualidad, su simbolismo onírico es el de el sacrificio y la entrega a nuestras creencias.

Soñarse bebiendo de un cáliz es señal de curación, bienestar y serenidad.

Estamos viviendo un proceso en nuestras vidas, pasando por una etapa de evolución a nivel espiritual que nos puede llegar a hacer sentir tan cómodos que podríamos olvidar que debemos luchar para un futuro más favorable.

En un plano más vital indica que hemos logrado superar situaciones complejas, pero que a pesar de ello debemos trabajar más duro para evitar repetirlas.

Mientras que si lo vemos roto, o se nos cae y se rompe, es anuncio de malas noticias que llegaran en un mal momento de nuestras vidas, y para el cual no estaremos preparados.