Soñar gente joven insinúa que las dificultades familiares pronto desaparecerán, lo que le permitirá hacer nuevos planes.
Sentirse como joven cuando ya no lo es, indica un auto reproche por no haber aprovechado debidamente las oportunidades que se presentaron en otro tiempo, así como el deseo de corregir los errores.
Una madre que sueña a su hijo (que ya es adulto) como niño, suele indicar que se acerca el éxito y la prosperidad para la soñante y el hijo.
Una madre que sueñe a su joven hijo agonizando indica que sus asuntos marchan mal y que ella está delicada de salud.
Por lo general, los sueños relacionados a la juventud son señal de longevidad y prosperidad, no obstante también deberán ser interpretados a partir de las sensaciones del sueño.
Cuando una persona madura sueña que vuelve a ser joven y vigorosa es señal de nostalgia por los tiempos pasados y si la felicidad es una constante en el sueño sugiere que el soñante aun posee una mente abierta, su espíritu está lleno de energía y se siente en la capacidad de enfrentar nuevos proyectos, pero si al verse joven le molesta indica que aun se reprocha por cuanto dejó de hacer y por las oportunidades perdidas.
Verse en el sueño con una edad mayor a la que se tiene en realidad anuncia que aún nos falta mucho por vivir, pero nuestra falta de entusiasmo y pesimismo está evitando que aprovechemos al máximo nuestras vidas.
Una mujer que vea a sus hijos adultos de nuevo jóvenes en el sueño indica que se siente vigorosa, enérgica y está pasando por una etapa de renovación espiritual.
Soñar con una mujer joven es símbolo de ingenuidad, ternura, cariño y franqueza, esto en caso de verla vestida con prendas blancas o colores claros.
De lo contrario es un anuncio a ser precavidos en las relaciones que pensemos entablar en un futuro próximo.
Verla triste o enojada es sinónimo de contrariedades, altercados y decepciones.