Es augurio de felicidad y abundancia, eso con la condición de no ser avaros.
Soñar que trabajamos con lana es presagio de prosperidad, y nos anuncia que gozaremos de un buen estado económico.
Si soñamos quemando lana, insinúa que se avecinan pérdidas financieras, reveses económicos y problemas de salud.
Si en el sueño somos nosotros quienes estamos hilando la lana presagia que en breve tendremos que estar a disposición de alguien cercano que necesitará de nuestra ayuda en una situación difícil o relacionada a una enfermedad.
Soñar que algún amigo o familiar nos regala lana indica que debemos estar más abiertos a las relaciones afectivas, pues algunas personas se acercarán acompañadas de felicidad, satisfacción y aprendizaje.