Soñar un látigo insinúa sufrimientos, frustraciones e ingratitudes de amistades a quienes de alguna manera se ha favorecido.
Soñar que somos nosotros quienes estamos castigando a alguien más con un látigo o una fusta, indica que somos algo déspotas y que en ocasiones lastimamos o infligimos dolor innecesario a las personas que nos rodean.
Si en el sueño somos nosotros a quienes se nos está fustigando con el látigo sugiere que nos sentimos humillados por alguna situación o que pronto pasaremos vergüenzas.
Escuchar el sonido de un latigazo en los sueños es una invitación a estar atentos a las situaciones que se avecinan, pues es posible que nuestros planes no salgan como esperamos.