Soñar a sus padres alegres y sanos insinúa que está viviendo felizmente en el hogar.
Soñarlos muertos es aviso de problemas.
Soñar a sus padres tiempo después de haber muerto insinúa angustia en el soñante, razón por la cual busca ayuda y consejo.
Una joven que sueñe a sus padres alegres, insinúa que desea casarse con la anuencia de ellos.
En caso de soñar con nuestra madre, ya fallecida, es señal de ayuda por parte de personas superiores e influyentes a la hora de afrontar los desafíos que se le presenten.
Soñar que estamos conversando con nuestra madre es señal de noticias agradables respecto a un proyecto, empleo o negocio.
Soñar que escuchamos la voz de nuestra madre es indicio de que nuestro comportamiento no es el adecuado, y será necesario evaluar nuestra conducta para mejorar.
Soñar a nuestra madre llorando es presagio de situaciones desagradables que traerán tristezas y preocupaciones al hogar.
Los sueños en donde nos vemos emprendiendo un viaje con nuestra madre son señal de preocupaciones o dudas que solo serán disipadas realizando un análisis de nuestra infancia.
Soñar que discutimos con nuestros padres suele ser indicio de inconformidad y deseos de libertad.
También puede reflejar nuestra relación con ellos en la vida real.
Soñar que nuestro padre toma una actitud severa con nosotros es señal de remordimientos y sentimientos de culpa por errores del pasado.